«El día que conozcas a un loco te darás cuenta que no estás tan cuerdo como creías»
@lic.julianabereny
En el mes donde se celebra el día mundial de la Salud Mental (10 de octubre) me pareció una buena ocasión para visibilizar el tabú, la diferencia, lo que se aparta de la norma, a lo que todos le temen, a lo que todos le escapan: El loco y su locura.
La concepción de locura aparece a lo largo de toda la evolución humana. Si bien fue mutando, siempre respondió a un momento cultural en particular y a un orden social determinado. El loco fue estigmatizado desde distintas perspectivas a través del tiempo. En la antigüedad eran considerados poseídos o seres merecedores de castigo (la locura) por parte de dioses supremos. Se los aislaba fuera de las ciudades para intentarles «quitarles la locura» con rituales y tratamientos cruentos.
Ya lo dijo Focault en «Historia de la locura»: La locura es cuestión de poder, no de poder en cuanto a poder político, sino de poder social. La locura existe porque alguien con poder social delimita que es lo «normal» y que va por fuera. Es decir que la única diferencia sustancial entre los locos y los «normales» es que estos últimos son mayoría.
Lo paradójico o más bien lamentable, es que los años pasan y sigue quedando evidenciado la necesidad de encerrar a quien se aparta del orden social aceptado. En lugar de tratar de incluirlo, se lo estigmatiza y a partir de allí se intenta generar un abordaje en donde en lugar de trabajar con la subjetividad de ese sujeto y brindarle recursos para que pueda adaptarse a la sociedad, se lo intenta adoctrinar, en pos de convertirlo en un sujeto “normal” y de no poder alcanzar este objetivo, se lo castiga y continua aislando, perpetuando al marginado en su condición de anormal.
¿Será que los locos no son funcionales al sistema? ¿O que tratamos de negarlos y escaparles, casi como si no existieran, porque hay algo de nosotros que no queremos ver? ¿Y si es todo esto junto e incluso más?…
Como tantas otras temáticas que involucran a la diferencia, como sexualidades, géneros, entre otros, nada sabemos de la locura. Posiblemente si piensas en un loco, te dará miedo, risa, te parecerá extraño. Eso es resultado de lo que has aprendido a partir de lo que has visto a lo largo de tu vida, del estereotipo que tienes construido en tu mente, estereotipos que construyeron los «normales» de turno para que nosotros repitamos.
Pero… ¿Te has detenido a pensar porque se persigue, se discrimina, se excluye,se silencia y se intenta cambiar a los locos? Muchas veces se los sobre medica para que permanezcan sedados, se les practican técnicas de sujeción o contención, forma protocolar de denominar el atar a una persona con correas a una camilla, si hoy en día, año 2020, el dicho «loco de atar» lamentablemente no pasó de moda. El lugar de tratar al loco como una persona más, son amarrados a una cama durante horas o días, sin poder moverse, ir al cuarto de baño o siquiera rascarse. Cualquier persona podrá imaginarse que esto no sirve para aliviar la angustia, el miedo o el nerviosismo de nadie, sino más bien al contrario.
No hay una subjetividad igual a otra, todos somos distintos. Es cierto que construimos nuestra propia identidad y nuestro propio psiquismo, y que de esa construcción deviene una gran mayoría «normal» pero siempre el primer eslabón de la cadena parte de la diferencia. Entonces, ¿porque la perseguimos?, ¿por que intentamos ridiculizar y silenciar al loco?
Tuve la oportunidad maravillosa de compartir muchos encuentros con Radio La Colifata en el Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda, de Buenos Aires, Argentina. Radio La Colifata surge como una columna de expresión y de opinión de los internos del Hospital Borda de Buenos Aires, en una FM comunitaria del barrio de San Andrés, donde la idea desde un principio era poder incluir la voz de aquellos que habían sido excluidos socialmente. Esta experiencia, que por cierto extraño mucho, fue una de las experiencias mas significativas para mi tanto en mi carrera profesional como personal. Me acuerdo de muchos pacientes, Plumita, Ever, Dr.Valle, Federico, Hugo, aprendí muchísimo de cada uno de ellos y cada encuentro tuvo algo especial, siempre.
Pero sobre todo aprendí que si los locos fueran mayoría, los locos serían los otros, porque los que apartan, los que generan paranoia, los que dramatizan, los que temen, los que mienten, los que estigmatizan son «los normales» entonces… ¿Quién es el loco? ¿Quién es el débil? Porque los locos son inteligentes, son creativos, son sensibles, tienen emociones, pueden expresarse, comen, duermen, tienen relaciones sexuales, tienen hobbies, son de un equipo de fútbol, algunos prefieren la cumbia y otros las baladas, toman mate, fuman un cigarillo, se juntan los domingos a comer con su familia, llevan adelante una radio hace más de 20 años.
La verdad, ojalá, todos estuviéramos un poco locos.
10 de Octubre de 2020 Día de la Salud Mental.
Les dejo la página de Radio La Colifata por si quieren saber más: https://lacolifata.com.ar/